Programa de las I Jornadas Doctorales LETRAL

Las I Jornadas Doctorales LETRAL se celebrarán durante los días 20, 21 y 22 de junio en la ciudad de Granada. Dado que están pensadas para ser un encuentro entre investigadoras e investigadores de literatura y filosofía, hemos buscado lugares con un reparto democrático del espacio, y por lo tanto con un aforo limitado. Por eso instamos a quienes deseen apuntarse a que no duden en rellenar este formulario. Al finalizar las Jornadas daremos certificados de asistencia.

Todos los actos se celebrarán en la Facultad de Filosofía y Letras. Aquí se puede encontrar la ubicación en Google Maps.

Pasando el ratón sobre los títulos de cada intervención se puede leer un  breve resumen de la misma. Pinchando sobre el título se puede descargar el abstract.

Miércoles 20 de junioJueves 21 de junioViernes 22 de junio

Mañana (aula José Palanco de la Facultad de Filosofía y Letras).

10:00 – 11:00. Conferencia de apertura a cargo de la Dra. Ana Gallego Cuiñas. «Claves filosóficas para pensar las literaturas latinoamericanas del siglo XXI».

11:15 – 12:15. Charla – taller.

Jonatán Martín Gómez. «Desde las entrañas del monstruo: cómo investigar en EEUU sin ser devorado».

12:30 – 13:30. Comunicaciones y debate.

Paula Sánchez Mayor. «Foucault lector de Blanchot: la literatura como experiencia límite».

Foucault diagnostica un cambio en la literatura aproximadamente desde el siglo XIX. Se trata deuna ruptura con la idea de que la literatura es un lenguaje que pertenece al ámbito de larepresentación. Tal ruptura se está produciendo prácticamente en todas las artes, que pierden sucarácter de mera representación, Foucault se detiene en analizar la situación de la literatura. La cuestión de la literatura tiene la particularidad de que va a ser el terreno en el que se cuestione el ser del lenguaje, es en el desarrollo de esta interrogación donde la literatura se mostrará como vehículo de una nueva experiencia.

Esta nueva experiencia es una experiencia límite (en expresión de Bataille), una experiencia del vacío, la desnudez, el “fuera de sí”. La literatura ya no es comunicación de un sentido, no es discurso de un logos, sino pura apertura, vaciamiento de sentido, dar rienda suelta al lenguaje en su ser bruto. Si en la modernidad podían aún entenderse la literatura como expresión de la interioridad del artista, de sus sentimientos y emociones íntimas, esto cambia con la llama “muerte del sujeto” que irá acompañada, como se verá más adelante, de la “muerte del autor”. Es esta falta de sujeto, de autor, lo que abre la literatura al afuera, a la exterioridad y a la alteridad.

Estas reflexiones de Foucault van en la dirección de hacerse cargo del ser del lenguaje en un contexto, el de la posmodernidad, en el que las experiencias tradicionales se hacen insostenibles. Él ve en la literatura el ámbito donde el ser del lenguaje se revela, pero muestra una cara desconocida, inesperada y por ello “oscura y profunda”. Se trata de un vacío, de un hueco, el lenguaje, al hablar de sí mismo (algo que sólo ocurre en la literatura), sale de sí da un rodeo por el afuera del lenguaje, y por tanto también por el afuera del sujeto que habla o escribe; en su retorno lo que encuentra el vacío que ha dejado, ahí reside el ser del lenguaje. Foucault recurre a Blanchot (también a Hölderlin, Bataille, Artaud y otro, pero en esta ocasión la figura central será la de Blanchot), para mostrar esta experiencia del lenguaje en la literatura.

Foucault advierte en Blanchot la puesta en marcha de la literatura fuera de sus cauces, del lenguaje fuera de sí, negándose a sí mismo para dejar hueco al vacío, a lo otro, al simulacro, es decir, a aquello que se presenta estando ausente. Foucault llega a decir que Blanchot es el último escritor, la relevancia de esta afirmación estriba en el carácter subversivo que aún opera en la literatura de Blanchot y que Foucault ve desaparecer, con cierta nostalgia, en la escritura de su época

David Nava. «Marcel Proust: cuando la filosofía se convierte en literatura».

Dado que estas jornadas invitan a relacionar filosofía y literatura, o, mejor dicho, a encontrar cómo muchas veces “la literatura deviene filosofía o la filosofía deviene literatura” porque a veces las ideas necesitan cambiar de registro para una mayor comprensión, veo pertinente exponer en ellas la figura de Marcel Proust. Proust es nombrado en casi todas las asignaturas del grado de Filosofía, pero nunca llega a ser el centro de atención en ninguna. El motivo radica, a mi parecer, en lo que va a consistir el núcleo de estas jornadas: su obra es puramente literaria pero su contenido ha sido fuente para muchos filósofos. Ortega y Gasset, Deleuze, Julia Kristeva, Nussbaum, Ricoeur, Benjamin, Barthes, Rorty… por nombrar sólo a algunos. Todos ellos han leído a Proust y todos han escrito sobre Proust.

En lo que a mi propuesta se refiere, voy a explicar el motivo por el cual Proust, que fue estudiante de filosofía, dedicó toda su vida a escribir un libro. No un ensayo, sino una novela. Incluso cuando intentó criticar el famoso método de Sainte-Beuve, que consistía en interpretar las obras de los autores siguiendo para ello sus vidas personales, en lugar de remitirse al propio texto, cuando Proust fue a criticar este sistema en su libro Contre Saint-Beuve, lo que comenzaría siendo un discurso filosófico terminó siendo, según pasaban los capítulos, en una narración literaria. E incluso algunos de los capítulos que utilizó para este libro acabaron sirviendo al autor para su obra culmen À la Recherche du temps perdu.

¿Por qué tanto afán por convertir su libro en literatura? Tal y como expondré en estas jornadas, todo adquiere su sentido cuando el lector alcanza Le temps retrouvé, el último volumen de la novela, y se da de bruces con una teoría estética que da sentido a toda la obra. Una teoría que quizá recuerde a la que expone Schopenhauer en su libro tercero de El mundo como voluntad y representación.

Proust es un filósofo, pero convierte su filosofía en literatura porque ve insuficiente el lenguaje analítico –el lenguaje racional y convencional– para describir lo único que él trataba de acercar al lector: la vida en sí misma. «La vraie vie, la vie enfin découverte et éclaircie, la seule vie par conséquent pleinement vécue, c’est la littérature».

Por medio de la filosofía Proust no podía expresar lo que, después de tantos años, esclareció. La vida en sí misma, aquella que palpamos por medio de las impressions –porque las impresiones todavía no han sido categorizadas por el tiempo ni por la razón (la impresión al ver por primera vez a Gilberte, la impresión de los recuerdos involuntarios, la impresión al descubrir que su abuela ha muerto–, la vida en sí misma, dice, sólo puede ser expresada por medio del arte: «ce qui fait que l'art est ce qu'il y a de plus réel». Pero la literatura se encuentra en un nivel diferente. Con la literatura se puede manifestar también la vida. Quizá no exista un lenguaje para hablar de lo que realmente es la Realidad, porque el lenguaje, ya lo decía Wittgenstein, se queda a las puertas de lo que meramente es el mundo, pero la literatura posee las herramientas suficientes para reflejar cada gesto, cada sentimiento, cada impulso que sólo brota del instante, de lo más inmediato. La literatura en Proust se convierte en filosofía, pero sólo si se lee entrelíneas.

De acuerdo con este planteamiento, mi proyecto consistirá en una exposición sobre este punto, pues a mi parecer es buen ejemplo con el que se puede ver cómo se entrelaza filosofía y literatura, o como ésta última ayuda a la primera a describir lo que un filósofo jamás podría escribir. Un planteamiento que nos recuerda a las teorías sobre la literatura de María Zambrano. Mi presentación se verá reforzada en todo momento por los autores ya nombrados en el texto y cuya bibliografía se encuentra a continuación. Ellos darán forma a mi discurso, por lo que sobra decir que también introduciré algunas de las ideas que rescataron estos autores del texto de Proust.

Tarde (sala de reuniones del edificio anexo de Musicología).

15:00 – 17:00. «Islam, textualidad y filosofía». Panel y debate.

Moderadora: Desirée López Bernal.

Miguel Ángel Fernández.
«Legitimidad y discurso religioso».

Este trabajo pretende abordar la relación entre el islam y el Estado en el Marruecos contemporáneo a partir del estudio del discurso producido por las instituciones religiosas oficiales, más concretamente, Dār al-Ḥadīṯ al-Ḥassaniyya (Rabat). La importancia del estudio de esta fundación reside en que, junto a la Universidad al-Qarawiyyīn de Fez, es el centro de referencia nacional en cuanto a formación religiosa oficial y, por tanto, una fuente básica para entender el islam institucional marroquí.

Esta institución fue creada en 1964 por orden de Ḥassan II en el marco de un conjunto de medidas enfocadas a legitimar su figura como máxima autoridad religiosa del país. Es importante remarcar que, en el caso de Marruecos, la figura del rey no solo ostenta el poder político, sino también el religioso al ser considerado Comendador de los Creyentes (en árabe, Amīr al-Muʼuminīn). Este título de naturaleza califal reconoce su papel como Primer Ulema del país, así como su derecho a ejercer como imán de la comunidad islámica (art. 41 de la Constitución de 2011). Este título lo ostenta la dinastía alauí debido a su carácter de familia jerifiana como descendientes directos de Mahoma por vía de su hija Fátima y su yerno Ali.

El principal interés del análisis del discurso producido por las instituciones religiosas oficiales de Marruecos reside en la relación de poder existente entre las élites religiosas del país, sobre todos los ulemas, y la monarquía alauí. Como explica la profesora Gema Martín Muñoz en su obra El Estado Árabe: Crisis de legitimidad y contestación islamista “la noción de legitimidad en el orden islámico tradicional no está basada en el origen del poder del gobernante, como ocurre en el proceso político occidental, sino en el correcto ejercicio del poder según los imperativos del islam, el cual es vigilado por el cuerpo de ulemas, capacitados para juzgar lo que es legítimo e ilegítimo”. Tras esta afirmación queda de manifiesto la pertinencia del estudio del corpus textual producido por Dār al-Ḥadīṯ al-Ḥassaniyya como mecanismo de legitimación de la monarquía a través del control del discurso islámico oficial.

La base metodológica del presente trabajo se asienta en el análisis textual de las obras publicadas por Dār al-Ḥadīṭ al-Ḥassaniyya. Entre ellas, la publicación periódica al-Wāḍiḥa (La Clara), algunos trabajos publicados tas la celebración de congresos, así como los libros editados por esta institución. Estas fuentes textuales, escritas en lengua árabe, serán analizadas desde el punto de vista filológico y se pretenderá no perder de vista la importancia de la lengua árabe como medio de expresión del Marruecos actual y de una gran parte de los pensadores contemporáneos de este país.

Paola Luque-Vargas. «Un ejemplo de asimilación cultural en la Granada nazarí: la celebración del Mawlid al-Nabi».

La intención de esta comunicación es presentar un llamativo ejemplo de asimilación cultural que hubo lugar hacia el siglo XII en el Occidente islámico medieval. Se trata de la celebración islámica de mawlid al-Nabī, efeméride del nacimiento del Profeta Muḥammad.

Además de explorar los curiosos orígenes de esta festividad, se pretende también abordar su repercusión sobre múltiples aspectos de la historia nazarí, atendiendo especialmente a la producción literaria y a su celebración tanto a nivel popular como político. De tal modo, una breve introducción a los principales géneros de temática religiosa de la literatura árabe y al panorama literario nazarí, resulta inexcusable. Por otra parte, merecerá especial atención el componente místico sobre todo en lo que concierne a la celebración popular, mientras que en lo que respecta a la celebración oficial, servirá como ejemplo la famosa celebración en la Alhambra del mawlid de 1362 durante el emirato de Muḥammad V.

En definitiva, considero este seminario como un espacio idóneo donde reivindicar la heterogeneidad del Islam, valorando en este caso el ejercicio de reinterpretación de las fuentes jurídicas por parte de los alfaquíes, que logran incorporar una celebración hasta el siglo XII ajena a la tradición islámica. Por otra parte, es una buena ocasión para reflexionar sobre cuestiones como al-Andalus como escenario intercultural, o al-Andalus como cultura propiamente.

Ana Belén Cano.
«El cautiverio en la literatura: el caso de al-Qaysi».

La literatura andalusí abarca numerosos ámbitos y temas como la naturaleza, el vino, el amor, la nostalgia, etc. pero también trata temas más oscuros como el cautiverio. Durante el Reino Nazarí de Granada y debido a las continuas pérdidas de ciudades a manos de los cristianos, así como el gran número de cautivos que caían en manos de uno y otro bando en las fronteras, aparece, en el colofón de esta etapa, concretamente, en el siglo XV, el denominado “último poeta de al-Andalus”, al-Qaysi.

Lo excepcional de este poeta es que nos ayuda a entender, a través de su poesía, cómo se llevaban a cabo las pérdidas de las ciudades y las condiciones en las que se encontraban en cautiverio ya que él mismo vivió en primera persona esta experiencia en la ciudad de Úbeda.

Además, el diván de este poeta bastetano es el único conservado de la época. Aunque está editado, no encontramos la traducción completa de la obra, tan sólo algunos poemas concretos que ha interesado a investigadores.
En mi opinión, es un diván cuya poesía es muy personal ya que el poeta expresa sus propias experiencias y sentimientos en un ámbito tan oscuro como es el cautiverio por lo que nos es de gran ayuda para los que tratamos este tema. De esta manera, tomamos las fuentes literarias como fuentes históricas para comprender mejor esta época y este frecuente fenómeno como era el cautiverio.

17:30 – 19:30. «Los límites de la literatura: un enfoque filosófico». Panel y debate.

Moderador: Javier de la Higuera.

Víctor Teba de la Fuente.
«Narrar el pathos». La interpretación henryana de la literatura como revelación de la naturaleza autoafectiva de la Vida.

Elisa Cabrera García. «Literatura como práctica jurídica, literatura como práctica histórica: los Edipos de Foucault».

Beltrán Jiménez Villar. El ensayo o la intransigencia del pensamiento.

Mañana (sala de reuniones del edificio anexo de Musicología).

10:00 – 11:00. Comunicaciones y debate.

Alberto Oya Márquez.«El optimismo de Miguel de Unamuno en su novela Un pobre hombre rico».

Alba Baro Vaquero. «¿Puede salvarnos la literatura? Una lectura desde el presente de las memorias de Jorge Semprún».

Jorge Semprún estudió filosofía durante su exilio en Francia, pero pronto sería capturado por su participación en la resistencia contra la ocupación nazi y deportado a Buchenwald. Décadas después, en La escritura o la vida, cuenta sus experiencias relativas a la estancia en aquel campo de concentración. Este relato autobiográfico está cargado de filosofía. Su lectura obliga a reflexionar no sólo sobre la literatura, la memoria y los avatares de la vida, sino también sobre la historia reciente y cómo nuestras sociedades se relacionan con ella. Supone, además, un motivo excelente para pensar en torno a los estrechos vínculos que unen a la literatura y al sujeto moderno.

El sujeto moderno nace del desarraigo con respecto a las condiciones anteriores de vida, definidas por las relaciones de dependencia y la inserción en un mundo tejido de signos orgánicos. Nace, así, atravesado por la tensión irresoluble entre ser responsable y agente de su acción, y la soledad e inseguridad que plantea su nueva situación. Aparece entonces también la literatura, en ella busca su salvación: necesita hacer de su vida enunciado literario, para devolverla un sentido y re-asegurarse de su propia existencia. Tanto en el plano filosófico (Descartes), como literario (el Quijote), se construye a través de las mismas claves: el solitario entregado a la lectura, haciendo memoria de sus viajes, confuso ante las fronteras entre la realidad, el sueño y la representación.

Nuestro propósito es analizar el relato de Semprún presentando el modo en que recoge, desde su más intima experiencia, todas estas temáticas y tensiones. Sin negar la singularidad del Holocausto, entiendo que es importante reinsertar este suceso atroz en la historia de Occidente y comprender cómo se enmarca en ciertas lógicas propias de capitalismo y del mundo que fue construyendo. Por eso las experiencias personales del campo pueden verse como la exacerbación o momento límite de algunos de los procesos de subjetivación que se conforman bajo esas mismas lógicas.

Con Semprún descubrimos cómo seguimos tejiendo analogías y tramas de significación para componer nuestra vida; recorremos las distancias y solapamientos entre la autobiografía y la ficción, la palabra y el cuerpo, el compromiso del literato y del militante político o entre las limitaciones éticas y estéticas para representar el horror. Pero siempre con la misma cuestión de fondo sobre las posibilidades, bajo determinadas circunstancias, para hacer relato de nuestras vidas (o qué relatos es posible hacer y qué tipo de subjetividades se derivan de ello). Y es que, cuando se quiebran los vínculos morales y las condiciones materiales, convierten el viaje de aventura en exilio, la independencia en miseria y el retiro en una muerte en vida. Entonces, el yo, pretendidamente autónomo y libre, se deshilacha, mostrando su irremisible constitución social e histórica. Semprún nos habla de la capacidad de la literatura para curar estas heridas, para resistir ante los poderes avasalladores y para salvarnos cuando todo parece haberse derruido. También nos muestra sus insuficiencias, pues si en ella hayamos redención solo puede ser bajo el cumplimiento de su más íntimo propósito: su ser para los otros, el hacer de la vida experiencia compartida y comunicable.

11:15 – 12:15. Comunicaciones y debate.

Fabián Portillo Palma. «Redescubrir los cimientos del mundo: filosofía trascendental y tecnología en el pensamiento de Bernard Stiegler».

El objeto de mi comunicación es presentar, definir y aclarar suficientemente el rol central que la tecnología desempeña en la actividad filosófica entendida esta como actividad interrogativa y de búsqueda de los principios o condiciones del aparecer constituido o constituyente del mundo.

Para ello, presentaré y aclararé el concepto fundamental desarrollado por el filósofo francés Bernard Stiegler: el objeto técnico es la condición de apertura, constitución y cuidado del mundo en tanto realidad ontológica.

El mundo no preexiste, sino que se constituye en la invención y desarrollo del objeto técnico, así como en los procesos de adaptación o asimilación antropológica de las posibilidades tecnológicas que estos mismos ofrecen o imaginan. El objeto técnico constituye el mundo y nos introduce en él, pero no como la exteriorización de una presencia nítida o plenamente definida, digamos como la materialización de un contenido de la conciencia individual o de la época, sino que es la expresión de una ausencia, un movimiento que al exteriorizarse hace posible a las comunidades humanas adoptar o adaptarse al mundo que esta exterioridad les permite imaginar, pensar o construir. Es, de este modo, una nada efectiva, o material, que engendra un mundo a través de las adopciones de las posibilidades del medio tecnológico en relación a los fines postulados por el medio antropológico, es decir, es un texto cuya textualidad exige su concreción en el ejercicio de la lectura que individual, pero de forma decisiva, colectivamente los componentes de las diferentes épocas realizan.

El objeto técnico, condición de la constitución del mundo, contiene así mismo un grado de toxicidad, que se concreta en los diferentes modos en que es y puede ser usado. Es un fármaco, capaz tanto de expandir ontológicamente el mundo como de contraerlo e incluso de destruirlo. Pensar el entramado tecnoantropológico del mundo como origen ontológico del mismo nos enfrenta, de este modo, a la cuestión acerca del cuidado del mundo, es decir, al interrogante sobre las posibilidades neguentrópicas y entrópicas en sentido ontológico que tales objetos, en sus diferentes determinaciones, sea como productos culturales o no, permiten pensar, imaginar y/o desear. Los productos culturales, y entre ellos la literatura, son de igual manera realidades farmacológicas, es decir, pueden constituir o participar en fenómenos proletarizantes, de disminución de sentido o contracción ontológica, o ser herramientas en procesos individuantes, de aumento de sentido o expansión ontológica. Inscritos en los productos culturales en general, y en los literarios en particular, se encuentran formas del cuidado (o descuidado) del mundo, cuyo sentido la filosofía ha de reconstruir y pensar, en la medida en que es una disciplina trascendental.

Para comprender el sentido de lo tecnológico en el pensamiento de Stiegler expondré y clarificaré el significado específico del objeto técnico, distinguiendo su lógica (tecno lógica) de los procesos y actividades antropológicas de adopción y adaptación. Me ocuparé, así mismo, de aclarar cuál es el sentido de la tesis stiegleriana del carácter farmacológico de los objetos técnicos, y los productos derivados de ellos, presentando y definiendo las nociones opuestas de proletarización, como proceso de adaptación que constituye fenómenos de contracción ontológica, e individuación, como el resultado de la adopción antropológica de lógicas tecnológicas, del que se derivan fenómenos de neguentropía ontológica. Concretaré, en este punto, el significado de la misma acudiendo a fenómenos de proletarización e individuación asociados a la producción y recepción de ciertos productos literarios. Para concluir defenderé que la pregunta filosófica radical desde su aparición como disciplina ha sido (y será) la pregunta por las diversas adopciones/adaptaciones humanas a los cimientos tecnológicos del mundo.

Santiago Martín. «La frontera entre la cordura y la sinrazón. Tres cuentos de M. L. Kaschnitz».

¿En qué momento de la narración podemos tachar a un personaje de irracional que se ha mostrado hasta ese momento no sólo como auténtico, sino incluso como modélico en su actitud moral? En sus cuentos, M. L. Kaschnitz nos hace reflexionar sobre lo difusas que pueden llegar a ser las fronteras entre la virtud y el desvarío. Hemos escogido tres de ellos por ser paradigmáticos en este sentido: «El tarado» (1966), en el que el protagonista se esfuerza tanto en el cumplimiento de su trabajo en la oficina, que acaba en un psiquiátrico; «Sí, mi ángel» (1964), que narra cómo una anfitriona se obsesiona tanto con resultar agradable a su inquilina, que llega a anularse a sí misma; y «Los pies en el fuego» (1964), en el que la protagonista se convierte en víctima de su insensibilización ante el dolor propio.

La distancia entre la cordura y la locura no puede reducirse a una perspectiva psicopatológica, sino que ofrece otros niveles de acceso, y no en menor medida de índole moral. Desde Cervantes no encontramos contradicción valorativa entre la excelencia moral y el desquiciamiento. Si, en contra de Hegel, se considera que no todo lo real es racional, y aún más, que la razón, al no poder cuenta de sí misma ni de su existencia, reposa sobre un fondo oscuro irreductible, entonces la actitud irracional no sólo parece descabellada, sino la única justificada. Desde una perspectiva más sociológica, cuando el contexto está viciado, quizá sea el extravagante el más coherente y auténtico. De ahí que los personajes, por ejemplo, de Kafka o Dostoievski, y en este caso de Kaschnitz, por su anomalía se eleven en cierto sentido sobre los demás.

12:30 – 13:30. Comunicaciones y debate.

Anabel Sánchez Mallorquín. «Néstor Perlongher: poder, deseo y deconstrucción en Alambres».

En este breve estudio se esbozará la poética perlonghiana la cual tendrá un fortísimo fondo político, de este modo los elementos de su poesía serán considerados correas transmisoras de una determinada ideología. Toda su producción será analizada a partir de las teorías de tres autores muy significativos: Derrida, Foucault y Deleuze. Se analizará en profundidad Alambres, publicado en 1987, este será el segundo poemario de Perlongher y en él se pretende hacer una relectura de la historia argentina (tradicionalmente ligada a figuras de héroes y patriotas) corrigiendo esta con la construcción de una historia queer. En esta obra Perlongher propone otra estética y mecanismos para hacer un análisis del siglo XIX sin recurrir a las estrategias tradicionales, aquí se narra la historia desde los márgenes, atendiendo a una minoría y a su represión, se creará un espacio donde dialogan la sexualidad, el deseo, las «locas» reprimidas por el sistema y la violencia, dando lugar a esa nueva historia.

Alambres será un título polisémico que hace referencia a los campos de concentración, el sadomasoquismo y el elemento principal para construir un armazón teórico. En este poemario se llevan al límite todos los mecanismos discursivos llevando ese discurso a otra esfera donde no hay cabida para la mesura, esta falta de mesura será el alambre constructor de ese dispositivo crítico.

Se estudiará Alambres desde varios ejes:

-El eje del poder y el deseo dónde se hace un repaso por héroes y batallas argentinas erotizándolas, construyendo así una historia alternativa que dé cabida a las minorías y además se construye una historia alternativa situando como elemento central a las amantes de los héroes nacionales.

-El segundo eje dónde se lleva a cabo una deconstrucción textual que se configura en torno a una carnavalización de la lengua.

-Por último se estudiará como Perlongher lleva al extremo sus mecanismos deconstructores en el poema largo Cadáveres, este será un crudo testimonio del autor sobre la dictadura y la visión que tiene de Argentina al finalizar dicho periodo.

Ana Fernández del Valle. «La teoría schopenhaueriana de la experiencia estética en Fervor de Buenos Aires».

El presente trabajo se propone examinar las influencias de la estética de Schopenhauer que se integran en el mimbre textual de Fervor de Buenos Aires (1923) de Jorge Luis Borges. Si bien el periplo de (re)descumbrimiento que plantea el poemario se aloja en el terreno de lo rizomático en tanto «decir desarraigado», y, por lo tanto, se sustrae a cualquier intento simplificador, el enfoque en algunos de sus ejes nodales como los dos tipos de percepción, natural y transcendental, permiten un acercamiento a su procedimiento de representación y estructura. Teniendo presente este deslinde, una primera parte se dedica a cómo esta concepción convierte el discurso del yo poético en una interrogación constante sobre la posibilidad de alcanzar un conocimiento objetivo; y una segunda a la cancelación de las categorías de espacio, tiempo y causalidad con la consiguiente erosión de la individualidad del sujeto.

Tras estas calas llegaremos a la conclusión de que Fervor de Buenos Aires reproduce lo que Schopenhauer denomina el mundo de la representación, que en el joven Borges adquiere el estatuto de «espacio filosófico» erigiéndose como subterfugio frente al lastre de los pactos formales, y prefigurando, en esa medida, el tejido de indagaciones que cristaliza en los textos de finales de la década de los treinta.

Tarde (sala de reuniones del edificio anexo de Musicología).

15:00 – 17:00. «Texto, cuerpo y poder». Panel y debate.

Moderadora: Socorro Robles Vizcaíno.

Gema Baños Palacios. «Hacia el texto sexuado: el cuerpo intertextual en Alejandra Pizarnik».

Esta propuesta se enmarca dentro de una línea que reflexiona sobre las relaciones que se tejen entre la textualidad y la autoría a través del cuerpo. Claude Burgelin en su artículo «Donner son corps à la littérature? Brèves remarques sur l’écrivain et son imagen en l’an 2000» agrupa bajo el término «escritura del cuerpo» ciertas propuestas textuales que surgen a partir de los años sesenta como la de Marguerite Duras, Alejandra Pizarnik o Clarice Lispector, en las que se propone como asunto central la presencia –casi violenta en ciertas ocasiones– del cuerpo, y su encarnación a través del espacio de la escritura. Este paradigma constituye, según Burgelin, una demanda de escucha y sobre todo de atención al cuerpo: «No me mire solamente en el espejo de la escritura, sepa verme ahí: yo-mi rostro, yo-mi rabia, yo-mi queja, yo-mi goce». Siguiendo a Aina Pérez Fontdevila en su artículo «Velar al autor», en el que rastrea la relación entre el retrato de los autores y su propia imagen proyectada en el texto para llegar a la conclusión de que el autor en tanto sujeto se performa en la escritura y llega a conformar una verdadera red textual de subjetividades. De las manos de estos dos autores recojo esta propuesta en la que quisiera detenerme en la figura de la autora en el caso concreto de la escritora argentina Alejandra Pizarnik.

Para llevar a cabo este acercamiento a su obra nos detendremos a revisar los estudios de Patricia Venti sobre el discurso autobiográfico en Pizarnik. En ellos se alerta del peligro que existe entre la configuración del personaje pizarnikiano, que adopta muy diversas voces a lo largo de su trabajo, y la mitificación que se ha hecho de la propia autora dentro del campo literario. A día de hoy todavía no ha sido publicada la obra de la poeta en su totalidad, sino que se ha visto censurada por esta irrupción del cuerpo, que cobra protagonismo en ciertos pasajes de los diarios, en poemas concretos, una obra de teatro y diversos escritos en prosa. Tal y como señala Patricia Venti, «el sujeto toma una posición y se imagina a sí mismo en una forma de corporeidad, es decir, ha construido, representado, un tipo de identidad, un cuerpo-signo» (2008: 181). Nuestra será la tarea de rastrear, una vez firmada la carta de defunción del autor barthesiana, de qué manera podemos seguir persiguiendo, ya no al sujeto que transcribe una determinada obra, a lo Bartleby, sino al que se construye a través de ella mediante una red de subjetividades. Ese y no otro será el espacio donde se erige el cuerpo como intertexto en Alejandra Pizarnik.

Elena Maravillas Bretones Subirá. «Construcción de nuevas subjetividades desde la performance en Regina José Galindo».

El paradigma Occidental ha ignorado y repudiado las manifestaciones culturales no producidas desde los centros de poder. La investigación sobre nuevos lugares de enunciación en Latinoamérica ha socavado el terreno de la producción artística con el objetivo de encontrar espacios no supeditados a la hegemonía patriarcal y colonial. Desde esta intencionalidad, que tiene como meta la construcción de subjetividades otras, los estudios culturales latinoamericanos han profundizado en términos constituyentes de la identidad colectiva e individual como cuerpo, género, etnia y poder, entre otros.

El análisis de la propuesta artística de Regina José Galindo, performer guatemalteca, pretende ahondar en estos términos propuestos, para presentar su trabajo como nuevo lugar de enunciación de índole posdisciplinaria. Se trata de descodificar estas prácticas de performance para leer a través del cuerpo-soporte de la artista, las violencias patriarcales constitutivas de la memoria de la población guatemalteca. Entender la performance como un acto de transferencia de conocimiento contribuye a la posibilidad de re-presentación y re-creación de los hechos políticos desde lugares situados en las periferias de los ejes de poder.

Las líneas teóricas empleadas para la realización de esta investigación siguen las propuestas de Diana Taylor en los estudios de performance. Al tratarse este de un género en constante conformación y confrontación, se requiere de un sustento teórico que analice los contextos sociopolíticos donde las obras de Regina José Galindo surgen e impactan. Para ello se emplearán los avances de las teorías feministas decoloniales y la amplia herencia del postestructuralismo.

Fernando Sánchez-Ávila Estébanez. «”Bujarrón”, “puto”, “maricón”. Notas para una arqueología de los debates contemporáneos en torno al concepto de queeridad (queerness)».

En nuestros días cada vez se hace más patente que las luchas y resistencias —tanto peninsulares como latinoamericanas— de la disidencia sexual se enfrentan al resquebrajamiento paulatino de su ethos crítico. En los términos de la mera práctica activista, dicha fractura queda representada por dos grandes perspectivas genealógicas acerca de sus antecesores directos. Por un lado, encontraríamos a quienes se reivindican del llamado Queer Utopism, abanderado por el pensador estadounidense de origen cubano José E. Muñoz (Cruising Utopia, 2009), que aboga por una reivindicación de la queeridad (queerness) en tanto horizonte ideal de potencialidades cambiantes al que tendían las políticas de liberación sexual y racial de los años setenta; y por el otro, situado en coordenadas más próximas a los movimientos anglosajones desarrollados durante la década de los noventa frente a la crisis del sida, la llamada Antisocial Thesis (Lee Edelman, No future, 2004) sostiene que la política, tal y como viene siendo ejercida por Occidente desde el siglo XVI es incapaz de albergar una dimensión simbólica susceptible de articular una genuina política queer. De este modo, contra los discursos políticos «utopistas», basados en la reivindicación de los potenciales inscritos en nuestros cuerpos, placeres y deseos, la alternativa «antisocial» afirmaría la aceptación de una carga pulsional que, lejos de residir oculta en nuestro seno, se manifiesta como un exceso imposible en los sistemas semióticos occidentales. De acuerdo con esto, la crítica queer reciente se encuentra frente a una definición doble de la queeridad que la sitúa en un verdadero callejón donde, más allá del intento de reducir una acepción a la otra y vice versa, no parece aún factible encontrar una salida.

No obstante, si resituamos el debate en nuestras coordenadas de habla castellana y revisitamos por tanto el término queer a propósito de la historia de ciertas injurias ibéricas, nos encontramos con ciertas sorpresas que nos permiten rearticular no solo las genealogías perversas de nuestras luchas, sino los límites de la pugna y el debate anglosajón en torno al concepto de queeridad. Para ello, proponemos retrazar la historia de los tres términos injuriantes de «puto», «maricón» y «bujarrón» comenzando por los primeros diccionarios de habla hispana desde el siglo XIII hasta el siglo XIX —y comparándolas brevemente con sus acepciones en francés e italiano— para llegar a su análisis en la poética quevediana (A un bujarrón. Epitafio, 1597-1645) y la prosa de Mateo Alemán (Guzmán de Alfarache, 1599), entre otras manifestaciones más tardías de la picaresca peninsular como la comedia burlesca anónima titulada Don Juan Notorio (1874).

A través de dicho análisis, queremos mostrar que las formas de problematización propias de las injurias de la disidencia sexual masculina —lejos de haber evolucionado de manera progresiva, lineal y homogénea o de reducirse a la mera relación entre el sujeto y su verdad, como mantiene Michel Foucault en los estudios genealógicos publicados hasta la fecha– responde a dos morfologías epistémicas cuyos extremos se rozan sin duda alguna pero no parecen llegar a confundirse nunca. Representada por la acepción de ‘bujarrón’, la primera morfología se revelará más próxima a la problematización del gobierno desde sí y por sí en el sodomita activo; mientras que la segunda, respondiendo al uso de ‘maricón’, mostrará principalmente la forma en las que los sujetos afeminados pasivos ceden ante el gobierno de los otros.

17:30 – 19:30. «Escrituras de mujer y subjetividad desde una perspectiva de género». Panel y debate.

Moderadora: Erika Martínez.

Sara Gancedo Lesmes. «Escrituras de la alteridad: narrativa experimental y feminismo postmoderno en Virginia Woolf y Ali Smith».

Si entendemos la literatura como un espacio de configuración de las subjetividades, no podemos dejar de preguntarnos hasta qué punto puede ofrecerse también como espacio de resistencia. El ejercicio de pensar la literatura en términos de relaciones de poder ha sido una práctica habitual en los estudios literarios desde la eclosión de los estudios culturales, y muy especialmente en el campo de los estudios de género, como han demostrado los ya canónicos trabajos de Elaine Showalter o Sandra Gilbert y Susan Gubar, o en el panorama actual autoras como Elisa McCausland o Laura Freixas. Pero quizá la pregunta que convenga traer aquí sea la inversa: qué consecuencias, qué implicaciones, qué nuevas comprensiones nos ofrece pensar el poder en términos literarios, y en concreto qué nos aporta cuando lo hacemos en un marco feminista.

Partiremos aquí de un breve análisis de dos novelas, Orlando de Virgina Woolf y How to Be Both de la escritora escocesa Ali Smith, ya que ambas comparten una serie de elementos argumentales y estructurales que nos serán de utilidad en este primer acercamiento. Estas obras funcionan como dispositivos narrativos experimentales que, a partir de la ruptura en la línea de coherencia de las voces narrativas y de la introducción del elemento maravilloso en la ficción, generan un efecto de desautomatización, de extrañamiento sobre los textos, para crear una distancia estética con el lector.

Esto abre la posibilidad de reflexión crítica hacia una multiplicidad de hilos de temáticos, pero hay dos que se configuran como las piedras angulares de las novelas. Por una parte, la problematización del género y a través de él de la identidad, representada a partir de la figura de la mente artista andrógina woolfiana que encarnan las protagonistas de las obras. Muy especialmente en estos personajes encontraremos una representación del género flexible y cambiante, mediada por su performatividad en el campo social, la cual sin embargo despliega una serie de posibilidades limitadas y genera una serie de efectos materiales sobre el tejido ficcional. Por otra parte, encontramos también una problematización de los conceptos de tiempo e historia, ya que las tramas de las dos novelas se articulan en torno a una suerte de viaje en el tiempo, a un atravesamiento de las fronteras temporales a las que normalmente está sujeta una vida humana. Se da por tanto una apertura benjaminiana de la historia en la que el pasado y el presente no se estructuran ya como una línea sino más bien como planos paralelos y coexistentes, cuyas fronteras son borrosas y de hecho atravesables, y que son mutuamente transformados.

Lejos de ser anecdóticas o de limitarse a funcionar como recursos dramáticos, estas construcciones nos permiten una apropiación desde un proyecto crítico que dista además de la pura fragmentación del lenguaje y el referente. Se acerca más bien a la elaboración práctica de un feminismo posmoderno en el sentido formulado por Nancy Fraser y Linda Nicholson, esto es, que atiende a las demandas de deconstrucción de los pilares monolíticos de identidad, historia y conocimiento sobre las que se asienta la cultura patriarcal, pero también a las de su reformulación en categorías abiertas e inclusivas, fundamentalmente democráticas, en torno a las que articular un proyecto emancipatorio. En este sentido, podemos hablar de un determinado privilegio de la palabra poética, de la forma literaria, que cuando es abordada desde una perspectiva crítica a partir de textos como estos tiene la potencialidad de ser texto siempre tejido, cuya misma estructura, tal y como señaló Hélène Cixous, es la de apertura hacia otro, de inclusión de la alteridad. Así, pensar el poder desde la literatura nos permite acceder a un imaginario y una retórica de la liminalidad como herramienta para ejercer resistencias en las que quepa la reconciliación entre el proyecto postestructuralista de deconstrucción y el compromiso político de reconstrucción.

Bartolomé A. Cazorla Arévalo. «Estética y subjetividad en la obra de Ariana Harwicz. La imposibilidad del sujeto moderno desde la feminidad».

Este trabajo de investigación analiza las dificultades en la construcción de la subjetividad moderna dentro de la obra narrativa de la argentina Ariana Harwicz. Se parte como objeto de estudio las tres novelas publicadas hasta la fecha por la autora: Matate, amor (2012), La débil mental (2014) y Precoz (2015). La propuesta buscará los siguientes objetivos:

(1) Definir la estética narrativa de A. Harwicz como una imposibilidad de construir una feminidad normativa dentro de los márgenes del sujeto moderno.

(2) Relacionar cómo consigue problematizar la imposibilidad de un sujeto moderno por medio de unos recursos estilísticos muy concretos que tematizan los grandes mitos de una feminidad normativa dentro de un sistema de valores patriarcal.

Se tomarán como principales referentes de análisis en el estudio de la narrativa de A. Harwicz la construcción del género de J. Butler, la crítica al sujeto moderno de M. Foucault, la relación entre sujeto político y literatura de J. Rancière, la relación entre lenguaje y sujeto en la obra de G. Deleuze y la relación entre cuerpo, deseo y mirada en el pensamiento de D. Huberman, entre otros.

Por último, se propondrá el debate de hasta qué punto una imposibilidad de subjetivación moderna enmarcada en una deconstrucción de femenino resulta un dispositivo eficaz para el discurso feminista que se opone al logocentrismo masculino.

Mañana (sala de reuniones del edificio anexo de Musicología).

10:00 – 11:00. Comunicaciones y debate.

Álvaro Lorite López. «Distopías corporativas: un estudio de la relación entre la persona y la máquina en el campo de la ciencia ficción».

La base de esta comunicación es la construcción del sujeto filosófico de las máquinas y las personas dentro del campo literario de la ciencia ficción. Para ello estudiaremos sobre todo las relaciones de poder y dependencia que se dan entre máquinas y personas. Nuestro marco teórico bebe de las fuentes de Foucault, en tanto en cuanto relaciones de poder, y Macedonio Fernández, apoyado en las tesis de Piglia, en lo relativo a la construcción ficcional del sujeto.

Para ello partiremos de la base de la Trilogía del Sprawl, obra clásica de la ciencia ficción considerda la madre del ciberpunk en literatura. Willian Gibson publicó la saga entre 1984 y 1988, lo cual la sitúa en un momento anterior a la irrupción de internet como herramienta social.

Trataremos de aproximarnos a la construcción de esos dos sujetos para compararla con otras dos concepciones: por un lado la de nuestra realidad actual y nuestra relación con las redes sociales. Asumimos que nos encontramos en una frontera de cambio tecnológico en la que estamos cambiando no solo las formas de relacionarnos, sino las propias formas de construirnos y presentarnos a través de las redes sociales y otros dispositivos tecnológicos, como los videojuegos.

Los distintos Estados y corporaciones como Facebook y Google construyen su soberanía sobre el hecho de que nuestro desarrollo individual y social se teje a través de estos dispositivos electrónicos que nos atraviesan de forma indivisible. Somos los datos que producimos de nosotros mismos a través de nuestra relación con las máquinas. Los últimos escándalos de Facebook y su uso de estos datos para que lobbies políticos incidiesen en realidades políticas son una muestra de ello. China ha desarrollado un sistema de videovigilancia masiva con reconocimiento facial, apoyada en el alto nivel de tecnologización entre sus habitantes. En el gigante asiático se ensaya un programa de puntos para los ciudadanos en base a estos datos.

El tercer vértice de la comparativa lo situamos en la serie de Black Mirror. Entendiendo que se trata de un producto comercial impulsado por una gran plataforma y que sus guiones beben del campo de la ciencia ficción literaria. Nos aproximaremos al mismo tipo de relaciones y construcciones de sujeto para ver cómo operan en este caso.

Agustín Palomar. «La peligrosa inocencia de la bondad absoluta: Billy Budd y el papel de la compasión en la Revolución francesa según Arendt».

Nítidamente separó Arendt en su obra dedicada a la Revolución francesa y americana, la cuestión social de la cuestión política. Más que como análisis históricos, Arendt toma ambas revoluciones como modelos en los puede perfilarse la complejidad de las relaciones entre la necesidad que rige la cuestión social y la libertad que ha de regir la cuestión política. Como se sabe, para Arendt, el fin de la revolución no está tanto en la liberación de la miseria forzada por la necesidad, tal y como sucedió en la Revolución francesa, cuanto en la constitutio libertatis¸ tal y como se pretendió, según ella, en la Revolución americana.

En nuestra intervención, nosotros, desde este trasfondo, nos adentraremos en la cuestión estrictamente social que ella reduce a la cuestión de la pobreza. La pobreza obligó a los hombres de la Revolución a vivir según “el imperio absoluto de sus cuerpos”, esto es, bajo el dictado absoluto de la necesidad y apartándose de este modo del espacio público de libertad que corresponde a la política. Y se unieron, en la lacerante necesidad de sus cuerpos, en virtud de lo que Arendt llama la “magia de la compasión”. Efectivamente, el vínculo que la compasión fue más fuerte, por el peso de las diferencias sociales en la tradición europea, que el que triunfaría en la Revolución americana proporcionado por la libertad desde la igualdad.

Pues bien, las nefastas consecuencias de esta unidad basada en la compasión es abordada por Arendt desde la figura de la inocencia absoluta que representa el personaje Billy Budd en la novela de Menville. Su tesis es que tanto la bondad absoluta como el mal absoluto o radical llevan consigo un poder de destrucción del espacio común/político. Con Billy Budd, Arendt muestra cómo un hombre, absoluta e inocentemente bueno, cuando está más allá de la condición humana, puede llevar incoado la posibilidad del mal. No basta, por ello, la búsqueda absoluta del bien para evitar el mal. La introducción de lo absoluto en política es para Arendt la perdición. Ya el propio Menville había dicho en el prefacio a esta novela que la propia Revolución se convirtió en malhechor, más opresiva incluso que las monarquías absolutas. Es así como este relato marinero se eleva a alegoría en Arendt para explicar cómo la Revolución en el viejo continente europeo, guiada por la compasión hacia los pobres, se alejó de los principios que deben orientan las revoluciones políticas.

En el ámbito de la relación entre filosofía y literatura, nuestro trabajo pretende mostrar de qué modo las figuras o imágenes forjadas dentro de la literatura –aquí la imagen que emerge alegóricamente de Billy Budd en la novela de Menville que, a su vez, emerge dentro del relato acerca de las revoluciones en Arendt– muestran aspectos para un pensamiento que sale fuera de la lógica de las ideología totalitarias. Es así como, la literatura, a través de las imágenes que pergeña, muestra su poder para la constitución de ese espacio propio de la condición humana que evita el peligro tanto del mal radical como del bien absoluto

11:15 – 12:15. Comunicaciones y debate.

Bárbara Berrocal Fonseca. «Repensando el texto y su excedente de sentido. Un encuentro entre Paul Ricoeur y la literatura rabínica».

Paul Ricoeur recoge el testigo de la obra de Hans Georg Gadamer para desarrollar su teoría del texto, poniéndolo en el centro mismo de la experiencia hermenéutica: nos habla de su autonomía semántica, del mundo del texto (y de los textos) y de su excedente de sentido. Lo que propone Ricoeur va mucho más allá de una mera precaución metodológica o de una disertación teórica: se trata de una nueva forma de leer. Después de que la hermenéutica de Gadamer y Ricoeur sacuda los cimientos del trato con los textos, ¿cómo podría un filólogo no sentirse interpelado? ¿Le sería posible seguir con su tarea sin replanteársela?

Desde esta perspectiva hemos abordado nuestra aproximación a unos extraños textos que en contadas ocasiones salen de su campo de especialización: la literatura rabínica y sus métodos interpretativos (siglos III a XI E.C.). Comenzamos con la intención de ofrecer una nueva perspectiva de estudio de la interpretación rabínica desde la hermenéutica filosófica. Sin embargo, los textos rabínicos tenían mucho más que enseñarnos de lo que esperábamos: la peculiar relación que mantienen los rabinos con el texto bíblico - ése que interpretan y reinterpretan manteniéndolo vivo, ése cuyo excedente de sentido exprimen generación tras generación - nos ofrece un ejemplo perfecto de la «nueva» forma de leer de la que habla Ricoeur y que tan extraña resulta aún hoy en día al filólogo o al historiador.

Nuestra propuesta para las I Jornadas doctorales LETRAL es una invitación a adentrarse en esta fusión de horizontes. Partiremos de una leyenda talmúdica, en la que la autoridad de la voz divina queda relegada a un segundo plano frente a la de la interpretación del texto, para asomarnos a los axiomas hermenéuticos sobre los que se construye la interpretación rabínica. A partir de ahí, destacaremos algunos de los aspectos más relevantes de esta concepción rabínica del texto y la interpretación. En último lugar, pondremos esos aspectos en relación con los puntos principales de la teoría del texto de Ricoeur. Este movimiento de doble sentido, esta relación dialéctica, es la inercia básica sobre la que construiremos nuestra reflexión interdisciplinar.

Alicia Rodríguez Campi. «Signo y sentido en el lenguaje no-discursivo de la danza».

Esta propuesta pretende analizar el concepto de lenguaje más allá de su práctica discursiva, filosófica y literaria. Quisiera plantear el concepto de lenguaje en un contexto artístico y corporal, como es el de la danza. Desde este lugar, se propone pensar la naturaleza de un posible «lenguaje no-discursivo» como sería el de la danza contemporánea. A la vez que se intenta responder y plantear una serie de cuestiones. ¿Qué se entiende por «lenguaje no- discursivo? ¿Qué implicaciones tiene? ¿Podemos analizar y tratar aquí igualmente elementos característicos del lenguaje discursivo?

En relación a esta última cuestión, se indagaría en el análisis del signo en este contexto artístico. A través de una breve introducción al concepto de representación por Susan Leigh Foster en Reading Dance. Bodies and Subjects in Contemporary American Dance y de la noción tríadica del signo de Charles Sanders Peirce, se plantea el uso y el sentido del signo en la danza contemporánea. ¿Podemos hablar de signo en este contexto bajo la descripción de Peirce? ¿Cómo se puede entender e interpretar en la danza? ¿Cómo puede operar este signo más allá del lenguaje discursivo? ¿Tiene sentido hablar de signos?

Para ilustrar visualmente este análisis, se propone en paralelo la descripción y posible visionado de un ejemplo escénico: Strawberry Cream and Gunpowder de la coreógrafa israelí Yasmeen Godder (2004).

Esta obra no sólo sirve para cuestionar el uso e interpretación del signo en la danza contemporánea, sino que dicho análisis nos lleva irremediablemente a plantear-nos por una potencialidad de sentido/s y, por consiguiente, por el «sentido» y como dice Nancy por el «ab- sense».

Así pues, esta propuesta nos abre a cuestiones como: ¿Podemos hablar de lenguajes no discursivos? ¿Cómo se conciben tales lenguajes? ¿Podemos hablar de signos en lenguajes no discursivos? ¿Como se entiende la representación/ re-presentación? ¿Cómo debe/puede ser concebida dicha re-presentación? ¿Podemos hablar de signo/s en estos contextos? ¿Cómo operan? ¿Puede una expresión artística como la danza ser concebida como una manera alternativa de producir significado? ¿Debemos plantear este tipo de expresiones artísticas desde una potencialidad de sentido/s? ¿Puede darse a la vez un sentido desde su propia ausencia de sentido?

12:30 – 13:30. Comunicaciones y debate.

Arturo Orrego. «Ontología relacional y circunstancialización en el estar-siendo: aportes desde el pensamiento de Abya Yala».

La pregunta por el ser en América Latina, no deja de ser la pregunta misma de la metafísica clásica (filosofía primera en Aristóteles, u ontología en la modernidad), pero abierta a respuestas diversamente enriquecidas por los saberes propios de nuestras culturas. Detenerse a pensar dicha pregunta evidencia una cierta mayoría de edad de nuestro filosofar latinoamericano. Éste tal vez sea uno de los mayores aportes de la investigación adelantada por el grupo de investigación en Ontología latinoamericana TLAMATINIME, que busca aportar elementos para la comprensión del problema ontológico, pero rompiendo los límites del pensamiento ratiocéntrico y abriendo a la escucha de sabidurías ancestrales andinas.

Si se comprende la esencia de lo relacional como dinámica vital de todo lo que es no solamente es ir más allá del actual horizonte logocéntrico que se impone conceptualizaciones y categorías formales para menearse un estatus científico, sino, y me parece esto más importante, es señalar nuevamente el principio arkaico que Aristóteles ya había señalado en su filosofía primera desde el cual deviene una comprensión más íntegra del ser. Las investigaciones que avanzamos en el Grupo de Investigación Tlamatinime sobre Ontología Latinoamericana así lo confirman: ser no es una mera categoría abstracta y universal con la que se pueda argumentar cierta cientificidad de índole humanística, ni tampoco es un mero concepto, objeto propio de la filosofía del lenguaje, o de estudios filosóficos que alimentados de prejuicios modernos lo consideren como el concepto ineludible y más evidente para la filosofía, como tampoco de algo así como una fantasía o ilusión de la que no deberíamos ocuparnos. Todo lo contrario. El ser tiene una posibilidad intrínseca que no le permite no ser, es algo así como una fuerza que impulsa y dinamiza rítmicamente todo lo que es, y que enraíza la vida, deviene vitalmente en todo lo que es.

Las investigaciones del grupo TLAMATINIME se aplica a auscultar los aportes tanto de Occidente como de Abyayala (Latinoamérica) para mostrar cómo la pregunta por el ser, asumida latinoamericamente, de ninguna manera particulariza su respuesta, sino que, al contrario, la enriquece. El sentipensar ontológico latinoamericano para nada se encierra sobre sí mismo dando la espalda a la tradición occidental de la filosofía: lo que hace es beber de dicha tradición y vuelve a ella habiendo asumido nuestros propios saberes ancestrales sin el más mínimo menosprecio por ellos, como bien lo señala el filósofo argentino Rodolfo Kusch.

Estamos, pues, convidados, en América Latina, a sentipensar el problema del ser. Es una de nuestras tareas pendientes, pero a la que le ha llegado su hora. Tenemos mucho por hacer. Uno de los primeros resultados de investigación es el texto que se está presentando acá, lo que nos confirma que vamos por buen camino. Sea el momento para agradecer el apoyo de la Universidad Santo Tomás (Colombia), la Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina), y de la Universidad Ricardo Palma (Perú), a nuestro grupo de investigación, así como a la Facultad de Filosofía y Letras y, particularmente, al programa de Maestría en Filosofía Latinoamericana. Heidegger ya nos señalaba el camino del pensar, y vale la pena pensar-nos, pero vale más pensernos.

Gonzalo Ruiz Suárez. «Lectura abierta de un cuento de Calvino (Un re in ascolto)».

La credulidad del amor constituye la fuente primitiva de la autoridad, escribió Freud en Tres ensayos sobre teoría sexual, y no nos parece mala manera de introducir el problema. Sucede que la cita se divide en dos caminos conceptuales complejos, que parecen converger en un sólo punto: el amor y la autoridad, es decir, el poder. Si comenzamos por este último podremos llegar, tal vez, a la propia doctrina psicoanalítica; seremos capaces de desarrollar el complejo mapa conceptual -evitando en lo posible toda antropología- con el que culmina La interpretación de los sueños. Para llegar ahí será necesario desarrollar las tesis principales de Totem y tabú ('individuo/grupo/cultura' y 'padre') para entender la autoridad, levantada de forma magistral en el cuento de Calvino. Entendemos que este tendrá que disparar las reflexiones finales del tema propuesto, que no son otras, dicho de forma simple, que las relaciones entre filosofía y literatura.

Tarde (sala de reuniones del edificio anexo de Musicología).

15:00 – 17:00. «Lecturas filosóficas de Juan José Saer». Panel y debate.

Moderador: Marcelo Damiani.

Luis Latorre. «El entenado de Juan José Saer o Narciso devorado por su sombra».

Juan José Saer continúa con su literatura una línea vanguardista que ya estaba iniciada desde el comienzo del siglo XX. El fin del modernismo abre la puerta a una nueva escritura muy ligada a la filosofía. Si como ejemplo de su inicio podemos citar a Martínez Estrada, como epígono, si es que se trata de un ciclo que se cierra, podríamos poner a Saer.

La obra de Saer además de ser amplia es compleja, por lo que vamos a centrarnos en un libro, El entenado, para llevar a cabo un análisis y atisbar en el horizonte las nuevas perspectivas a las que señala su literatura. Como allí podemos observar, el autor abre nuevos caminos que señala de forma metafórica y alegórica, ya que los personajes son un espejo de su propio proceso creativo. Si en Sendas del bosque, describe Heidegger cómo los caminos se forman a través de esas aperturas que los animales comienzan a crear en la arboleda, Saer va a insistir en la repetición como necesidad creativa de afirmación de un yo literario que necesita de este mecanismo para construirse. En el espejo de la novela, el eco se va a reflejar en el canibalismo como ritual sagrado de los personajes, con el que buscan la perpetuación de su identidad. Como subrayaba Ortega, necesitamos de la circunstancia para poder construir el yo. De esta forma, el intento de auto-construción de la identidad personal pasa necesariamente por la fagocitación del otro de ahí la necesidad del canibalismo literario, y por la imposibilidad de separar al sujeto del objeto o al escritor de su lenguaje.

Unamuniano en su escritura, tenderá el argentino a la desaparición de los límites entre géneros y a la confusión. Lo podemos ver en El río sin orillas, donde mezcla los géneros literarios dando lugar a un libro único. Pero también en El entenado, donde el Río de la Plata será también protagonista y se convertirá en metáfora especular donde se refleja el escritor y su realidad. El río es la página en blanco donde las formas se diluyen y en cuyos márgenes escribimos runas que el agua borrará. Eso es lo que los personajes harán después de sus ritos caníbales.

Pero Saer va mucho más allá en su viaje por el río. En su escritura posmoderna sus personajes se ahogarán como Narciso en las aguas donde se miran, porque el yo es imposible y el intento de contar la realidad es inabarcable. Ahora la escritura se convierte en un acto de investigación donde se trata de relatar la historia de ese intento de construcción del yo narrativo deconstruyéndolo.

Si la realidad es pura perspectiva donde el yo se pierde, la escritura puede generar nuevas perspectivas en el plano de la ética y en elde la política. Saer, que rechaza una escritura directamente moral o política, crea, sin embargo, una obra fuertemente impregnada de consecuencias éticas y políticas. A partir de libro de Eduardo Viveiros de Castro, Metafísicas caníbales, analizaremos esas nuevas vías de interpretación del otro a partir del concepto de anti-Narciso, que construye en un homenaje a Deleuze y Guattari y su anti-Edipo. En Saer y en Viveiros se trata de plantear la conquista desde la visión del indígena. Si la antropología filosófica nos puede ayudar en el análisis, la filosofía también puede hacerlo desde autores como Carlo Sini, que une la escritura con la estética en su trabajo.

Luis Fuente Pérez. «La Grande de Juan José Saer: culminación de una ética del fracaso».

Si aceptamos que todo posicionamiento o desarrollo filosófico presuponen o destilan una ética, que la moral es, en definitiva, uno de los pilares en los que se ha sustentado la historia de la filosofía, aquellas obras inscritas en eso que hemos dado en llamar literatura en las que se postule una ética frente al mundo y sus vicisitudes, frente a los otros seres humanos e incluso (o más aún) frente a nosotros mismos, aquellas obras, decía, se verán incluidas y al mismo tiempo conformando el pensamiento filosófico de la época que las lee.

La obra de Juan José Saer (1937-2005) fue rica en reflexiones de calado. Su insistencia en crear un territorio autónomo de ficción, conocido como «la Zona» y poblado por un grupo de personajes recurrentes que transitaron su geografía a lo largo de casi cincuenta años de escritura, fue un proceso fértil para poder no solo generar un armazón de pensamiento, sino también verlo mutar y adquirir tonalidades diferentes con el paso de los años.

Para lo que esta comunicación se propone nos centraremos básicamente en su última (y póstuma) obra: La grande, publicada en 2005. Lo interesante de esta novela es que parece apreciarse un leve cambio en la actitud que mantiene el autor frente al mundo. Si a lo largo de gran parte de su obra (tanto narrativa como poética o ensayística) Saer propugnó la, como él mismo la denominó, «moral del fracaso» como la nota definitoria de toda la gran literatura de la modernidad desde el Quijote y, de una forma u otra, esta moral se refleja en sus obras, en La grande parece vislumbrase un cambio bastante significativo. Asumida la ruptura de los grandes relatos que presupone el lábil zeitgeist de la posmodernidad, abandonada la Argentina durante los años 90 al neoliberalismo salvaje que acompañó a la llegada al poder de Carlos Menem, con los estragos del tiempo y de la edad y la muerte a la vuelta de la esquina mientras trataba de concluir frenéticamente la novela; parece bocetearse en esta novela una revisión de esta «moral del fracaso», que se encarna de forma diferente en los tres protagonistas masculinos de la novela (uno de los cuales trabaja, de hecho, en el proyecto de una «ontología del devenir»). Contrastar estos posicionamientos entre sí para ver el dibujo que traman será nuestro objetivo, en aras de comprender la actitud ética que postulan frente al mundo y sus semejantes, frente a nosotros, sus lectores. Porque al final casi todos los caminos acaban llevando a los terrenos de la metafísica, como postulaba el joven Borges.

17:30 – 18:30. Conferencia de clausura a cargo de Munir Hachemi Guerrero. «Hacia una ontología del campo literario».